Ocurrió en el comercio ubicado en Saavedra, entre Independencia y Catamarca. La Justicia y la policía investigan el hecho, aunque descartan que se haya tratado de un ataque mafioso o de un robo.
Un ataque a balazos contra un supermercadista asiático, que parecía tener el inconfundible sello de la mafia china, se registró hoy en Mar del Plata y ahora es investigado por la Justicia y la policía, aunque con firmes sospechas de que en verdad se haya tratado de un hecho de semejante calibre.
El caso se produjo segundos antes de las 10 de la mañana, cuando el joven hijo del propietario del negocio ubicado en Saavedra entre Independencia y Catamarca, recibió dos disparos en sus piernas por parte de un hombre que huyó sin robar nada. Toda la secuencia quedó registrada en imágenes tomadas por una cámara de seguridad y los investigadores intentarán dar con el agresor.
Pero todo lo que en la percepción de los pesquisas simulaba ser un episodio de suma gravedad fue modificándose con el paso de las horas y ya sobre el mediodía se supo que, en realidad, el comerciante de origen chino había sido atacado con una pistola de aire comprimido. Si bien sufrió heridas en sus piernas, fueron de carácter leve y hasta anoche no había querido instar la denuncia penal.
De todas formas, el fiscal Fernando Castro y el personal policial de la comisaría segunda -con jurisdicción en el lugar del hecho- tomaron intervención en el caso e iniciaron una investigación para intentar su esclarecimiento.
Según la reconstrucción que hicieron las fuentes consultadas por LA CAPITAL, se sospecha que el origen del ataque habría sido un problema personal previo entre la víctima y otras personas, también de origen chino, aunque el autor -explicaron los testigos- no tenía rasgos físicos orientales.
En esa línea, los informantes que dialogaron con este medio descartaron casi de plano que se haya tratado de un ataque mafioso. Si bien reconocieron que fue un hecho orientado claramente a amedrentar a la víctima, direccionaron la pesquisa hacia la necesidad de determinar el móvil de la agresión y su contexto.
Los testigos con los que se entrevistó LA CAPITAL en el supermercado “Ellin” manifestaron que el hombre que disparó sobre el comerciante se hallaba parado en la puerta con aspecto sospechoso: vestía una campera rompevientos de color celeste y llevaba la capucha colocada. En ningún momento, dijo una de las cajeras del local, atinó a ingresar hacia los pasillos para hacerse de algún objeto, hasta que visualizó a la víctima, que caminaba por el segundo pasillo de góndolas al encuentro con proveedores.
Para ese entonces, en el comercio había clientes, empleados y trabajadores de empresas abastecedoras de productos alimenticios y de limpieza. A pesar de ello, el agresor avanzó hacia el joven, apodado Lucas por los propios empleados argentinos -ya que su nombre de origen chino les resulta impronunciable-, y le disparó en dos ocasiones, directo a las piernas.
Asustados, los demás hombres y mujeres presentes corrieron en busca de refugio. En tanto, el atacante se dirigó a un mostrador situado sobre la salida y volvió a efectuar detonaciones contra el socio de la víctima y de su padre, sin llegar a herirlo. Luego, huyó raudamente a pie hacia la avenida Independencia, donde se le perdió el rastro.
Los testigos socorrieron al joven baleado y descubrieron que estaba en buenas condiciones de salud, aunque presentaba dos heridas: una en un muslo y la otra en el sector trasero de una pantorrilla. Tras ello, llamaron a la policía y se constató que el ataque había quedado registrado por las cámaras de seguridad del comercio. También supieron que los disparos habían sido efectuados con un arma de aire comprimido, por lo que la víctima había sufrido sólo lesiones leves.
Acción penal
Mientras los efectivos de la comisaría segunda llevaban a cabo los peritajes de rigor, el joven chino se mostraba muy enojado por lo ocurrido y sin intenciones de dar mayores detalles en castellano. Más tarde, fue trasladado a un hospital local, donde recibió las curaciones necesarias y después el alta médica.
Consultado por este matutino acerca del estado de la causa, el fiscal Castro mencionó que, si bien se inició una investigación para intentar esclarecer el hecho, la propia víctima no quiso instar la acción penal ante la policía, por lo que buscarán volver a entrevistarlo para conocer si cambió de parecer y tiene intención de dar mayores detalles.
Mientras los testigos presentes en el supermercado adjudicaron el ataque a la mafia china, tanto la Justicia como la policía sospechan que, por sus características, podría estar vinculado más bien a una controversia previa entre los hombres de la misma nacionalidad y dedicados al mismo rubro. Es que el joven herido, su padre y su socio no sólo cuentan con el supermercado donde ocurrieron los sucesos sino que también tienen otro en Fortunato de la Plaza y Juramento.
Igualmente, agregaron, esos datos no alcanzarían para formular la presunción de que en Mar del Plata existe un grupo armado capaz de cometer un hecho de las mencionadas características.